El Ciervo de las Pampas

Uno de los principales y más característicos habitantes de la Patagonia oriental es el venado de las pampas, es un ciervo con coloración del pelaje bayo o crema claro, variando a pardo, anaranjado o rojizo según las subespecies, esto para poder pasar desapercibidos de los depredadores, escondiéndose en los arbustos y hierbas bajas de similar color. Los machos de esta especie tienen dos astas o cuernos delgados, que sirven de defensa de los depredadores, pero más para disputas, con otros venados machos, por el territorio. Su metabolismo y dieta están adaptados a las condiciones de la estepa, se alimentan de pastos, hojas y frutas de talas. Viven en manadas, grupos pequeños de seis individuos, son hembras y sus crías, los machos viven en grupo más pequeños, de dos o tres de la misma familia, y se acercan a los grupos de hembras en tiempos de apareamiento.

Debido a la escasez de agua los ciervos tienen que recorrer grandes distancias en busca de esta. La escasez de alimento, por la misma causa de la escasez de agua, hace que estos venados vivan en grupos pequeños para poder satisfacer bien sus necesidades. Por las altas temperaturas y los fuertes rayos de sol, estos animales han cambiado sus hábitos para así comer y se desplazarse a media tarde y durante la noche, para evitar las horas de mayor temperatura donde aprovechan para descansar. Todo esto es necesario para poder sobrevivir en el clima extremo de la estepa.